domingo, 25 de enero de 2015

LISBOA: FADOS


El fado es la expresión musical del alma de Lisboa. La palabra fado proviene del latín "fatum" que significa "destino".

La frustración y el fatalismo que surge en los arrabales humildes, en los ambientes tabernarios y portuarios de la ciudad se reflejan en una música melancólica y nostálgica.
El fado nace en la primera mitad del siglo XVIII como fuerza arrabalera que va conquistando el centro de la ciudad. Parece que estemos describiendo el tango, pero es que su paralelismo es inevitable. La misma pasión, virilidad, machismo, mujer objeto, pero en el fado matizado por la ausencia de la fuerza expresiva que supone el baile del tango, convertido en introvertido, recogido, íntimo, en esencia, en "saudade" como dicen los portugueses.
El fado canta con tristeza lo que se fue, el imperio perdido, la patria que pudo ser, al hombre que perdió su gloria. Esto no es más que la historia de Lisboa, su alma cicatrizada, tan bien cantada pDicen unos que esta música nostálgica y profunda, estas canciones desgarradas, nacieron hace siete siglos, cuando los árabes vivían en la colina del castillo de San Jorge de Lisboa.
Museo del Fado

Completamente consagrado al universo del fado y la guitarra portuguesa, el Museo del Fado abrió sus puertas en septiembre de 1998 y rápidamente se convirtió en un referente cultural de importancia en la ciudad.

Las exposiciones permanentes intentan introducir al visitante en la historia del fado y
  Completan la muestra una importante colección de guitarras portuguesas y violas de fado pertenecientes a grandes maestros y fabricantes.
 Las exposiciones temporarias abarcan temáticas amplias, aunque están generalmente dedicadas a la vida y obra de artistas particulares y a la evolución del fado en determinados períodos históricos.

 El Museo del Fado cuenta además con una escuela, un centro de documentación, un auditorio, tienda y un restaurante-cafetería con espectáculo de fado los fines de semana.

Una de las mejores definiciones de fado la ofrece la propia Amália Rodrigues (1920-1999), considerada la Embajadora artística de Portugal: «el fado es una cosa muy misteriosa, hay que sentirlo y hay que nacer con el lado angustioso de las gentes, sentirse como alguien que no tiene ni ambiciones, ni deseos, una persona..., como si no existiera. Esa persona soy yo y por eso he nacido para cantar el fado». Amália puso emoción y voz de fado a grandes poetas portugueses O`Neill, Manuel Alegre, Homem de Melo y Camoens. En una de sus canciones más célebres «Todo esto es fado» canta



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