Oficialmente se declaró como importante festividad durante el siglo
XIII. Sin embargo, fue en el siglo XVIII cuando el carnaval veneciano
alcanzó su máximo esplendor. A él acudían viajeros y aristócratas de
toda Europa, en busca de diversión y placer. Con la decadencia de
Venecia como poder mercante y militar, debido al descubrimiento de
América y el cambio de la Ruta de la Seda para favorecer el Galeón de Manila y las inmensas riquezas procedentes del nuevo mundo, el carnaval palideció hasta casi desaparecer.
Los trajes que se ponen son característicos del siglo XVIII. Abundan las maschera nobile, que es una careta blanca con ropaje de seda negra, o de oscuros colores y sombrero de tres puntas. Después de 1972 se han ido sumando otros colores a los trajes, aunque las máscaras siguen siendo en su mayoría blancas, plateadas y doradas
Actualmente la tradición es que los nativos se disfracen con ostentosos y
bellos disfraces para exponerlos a los turistas que apenas algunos
llevan una simple máscara. El Carnaval de Venecia es único en el mundo y
su tradición se remonta al siglo XI. Durante siglos fue la vía de escape de los ciudadanos para evadirse del gobierno veneciano
Los disfraces son trajes de época del siglo XVII
veneciano, como si estuvieran recién salidos de un cuadro Durante el
Carnaval también se organizan muchos eventos y fiestas, algunas de ellas
privadas a las que es difícil asistir sin Invitación El Carnaval de Venecia alcanzó su máximo esplendor en el siglo XVIII,
donde iban a aristócratas llegados de muchos lugares y lo más normal
era que los príncipes y nobles se escaparan a disfrutar. Cuando durante
algunos días, o incluso meses, se dejaba vía libre a cualquier tipo de
acción. El carnaval se creó para conceder a la población más pobre un
momento de diversión y burlarse públicamente de la aristocracia
De ahí viene lo de usar máscaras que puedan ocultar la identidad. En el siglo XVIII vivió en Venecia uno de los personajes más famosos de la historia, Giacomo Casanova,
que encarna perfectamente el espíritu de su tiempo y la alegría del
Carnaval. Se recuperó algo de su festividad hacia finales del siglo XX,
cuando la ciudad se ve abrumada por la invasión de miles de turistas,
aunque las grandes épocas de diversión desenfrenada quedaron atrás.
El Gran Canal de Venecia
también es un escenario muy importante donde mirar las góndolas o pasar
comiendo una "frittella", el dulce típico. El récord de visitantes y
eventos se alcanza el día Martes de Carnaval.
No hay comentarios:
Publicar un comentario